El magnesio es un mineral fundamental para que nuestro cuerpo funcione correctamente, participa en más de 300 reacciones bioquímicas que ocurren en nuestro organismo cada día.
Entre estas funciones destacan: regulación de la función de músculos y sistema nervioso, niveles de azúcar en sangre, presión sanguínea, formación de proteína, masa ósea y nuestro material genético presente en las células (ADN).
Las recomendaciones generales de magnesio de:
Ahora bien, se estima que gran parte de la población ingiere menos magnesio del que necesita (ver estudio).
Esto puede deberse a distintos factores, entre ellos:
Por lo general, las verduras verdes, son ricas en magnesio y cuanto más verdes, mayor contenido en magnesio. La proxima vez que vayas al mercado a comprar, fijate en aquellas con un color verde intenso.
El cacao, principalmente puro y en polvo, contiene también cantidades interesantes de este mineral.
La deficiencia de este mineral puede derivar en problemas metabólicos, cardiovasculares, osteoporosis, depresión, migrañas, insomnio…
Síntomas como calambres y espasmos musculares, cansancio, problemas para conciliar el sueño… podrían ser causados por un déficit de magnesio.
Es por ello que resulta importante hacer un repaso a nuestra alimentación y verificar si en nuestra dieta diaria están incluidos los alimentos ricos en este mineral o consultar con nuestro/a nutricionista si es necesario optar por suplementación.
La insuficiencia de magnesio se asocia a factores de riesgo relacionados con intolerancia a la glucosa y síndrome metabólico, como: HTA, obesidad central, dislipidemia, estados de inflamación crónica (estudio) y estrés oxidativo.
Su déficit también eleva la resistencia a la insulina y esta situación a su vez disminuye la absorción de magnesio, creando un ciclo (estudio)
Una ingesta levemente mayor de magnesio está asociada a menor riesgo de padecer diabetes tipo II e insuficiencia cardíaca (estudio, estudio, estudio)
El magnesio interviene en el correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso y tiene un papel importante en la producción de neurotransmisores como la serotonina (relacionada con las emociones y estado de ánimo, regulación del apetito y temperatura corporal y deseo sexual) y dopamina (regulación del deseo, recompensa y motivación).
Estudios han demostrado la importante relación entre niveles bajos de magnesio y personas con depresión (estudio, estudio) y como la suplementación con magnesio podría aliviar los signos y síntomas (estudio).
La falta de sueño eleva el riesgo de sufrir depresión y el magnesio contribuye a un mejor descanso (estudio, estudio).
Lo mejor siempre será asegurarnos de consumir los nutrientes que necesitamos directamente de los alimentos, pero es cierto que en los últimos años como comentaba más arriba, los suelos se han empobrecido en estos minerales y el contenido en nuestra dieta también se ha visto afectado.
Hay distintas formulaciones de magnesio, cada una destaca en una función específica, por lo que es importante conocer los tipos antes de elegir uno para que pueda ser más efectivo para nosotros.
El suplemento ideal debe tener una elevada biodisponibilidad (gran absorción), alto contenido de magnesio elemental y una buena tolerabilidad.
Con esto puedes hacerte una idea clara de lo que podría funcionarte, sin embargo no dejes de consultarlo con tu nutricionista ya que es quien te aconsejará las dosis adecuadas según tu estilo de vida y necesidades.
Nutricionista – CV01657
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