Alimentos que nutren nuestra tiroides:
Consumir frutas y verduras de temporada a lo largo del día es bueno para nuestra salud en general, mantienen nuestro intestino saludable, contienen antioxidantes, fibra, vitaminas y minerales. Es importante variar entre colores y cocciones, es decir, no consumir las mismas pocas todos los días, ni cocinadas de la misma manera, de esta manera absorberemos los mismos pocos nutrientes cada día. Cuanto más variada es una alimentación, mayor cantidad de nutrientes.
Selenio: la tiroides contiene grandes cantidades de este mineral necesario para mantener un correcto funcionamiento. Además, protege el tejido tiroideo del daño oxidativo y reduce el riesgo de padecer bocio. Las nueces de Brasil, son especialmente ricas en selenio.
Proteínas: la mayoría de las personas consume menos cantidad de proteínas en proporción a otros nutrientes. Es importante asegurarnos de consumir el mínimo necesario para nuestro organismo (1-1,5g de proteínas por kg de peso).
Glutatión: protege a las células de los radicales libres (papel importante en casos de inflamación crónica, niveles de insulina irregulares…). Lo podemos encontrar en alimentos como espárragos y tomate.
Zinc: es un mineral que ayuda al funcionamiento de la hormona de crecimiento y al fortalecimiento del sistema inmunológico. Es especialmente importante en la tiroiditis de Hashimoto. Lo encontramos en las ostras que son el alimento con mayor cantidad de este mineral, también en semillas de calabaza, piñones, huevos…
Hierro: niveles bajos de hierro pueden afectar negativamente a nuestra tiroides. Carnes rojas de calidad y vísceras. Alimentos de origen vegetal con hierro como las lentejas, es mejor acompañarlo con vitamina C (pimiento rojo, kiwi, naranja…) para una mayor absorción.
Magnesio: en general, las personas no consumen el mínimo necesario diario, se encuentra en verduras de hojas verdes, frutos secos…
Vitamina A: formación y mantenimiento de tejidos. La encontramos en zanahoria, batata/boniato, calabaza, mango… Productos lácteos y vísceras.
Yodo: vital para formar hormonas tiroideas y mantener una función óptima. Lo encontramos en alimentos de origen marino.
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