La conexión entre el Alzheimer y la dieta
La relación entre lo que comemos y la salud cerebral ha sido objeto de estudio durante décadas. El cerebro, uno de los órganos más complejos, requiere nutrientes específicos para mantener su funcionamiento óptimo. Estudios han demostrado que ciertos patrones alimenticios pueden proteger contra la neurodegeneración, reducir el riesgo de Alzheimer y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Se ha observado que ciertos patrones dietéticos y nutrientes específicos pueden tener efectos protectores contra el deterioro cognitivo. Entre los componentes dietéticos más destacados se encuentran los hidratos de carbono complejos, la fibra, los ácidos grasos omega-3, las proteínas de origen vegetal, las vitaminas (como los folatos, la colina, la vitamina D, C, B6 y B9), el zinc y algunos compuestos bioactivos como los flavonoles y los probióticos.
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