Helicobacter Pylori

Helicobacter Pylori

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¿Qué es?

 

El Helicobacter Pylori es una bacteria gram negativa que se encuentra en el estómago y duodeno de los humanos. Se encuentra adherida a la mucosa,

 

Esta bacteria es capaz de sobrevivir el medio ácido del estómago scretando la enzima ureasa que convierte la urea en amoníaco y el dióxido de carbono que son capaces de neutralizar la acidez del estómago. El amoníaco puede dañar las células estomacales produciendo úlceras.

Síntomas:


  • Ardor estomacal
  • Reflujo gastroesofágico
  • Anemia
  • Pérdida de peso involuntaria
  • Hinchazón o inflamación estomacal
  • Náuseas y vómitos
  • Debilidad
  • Pérdida de apetito
  • Dolor en la parte superior del estómago

 

En el caso de tener un diagnóstico positivo, lo ideal es un trabajo conjunto entre tu médico y tu nutricionista. El médico recetará la medicación adecuada a tus necesidades personales y el nutricionista aconsejará unas pautas alimentarias para disminuir los síntomas y tener una pronta recuperación.

¿Cómo se transmite?

 

La infección por Helicobacter pylori se transmite principalmente de persona a persona a través del contacto con saliva, vómito o heces. Algunas formas comunes de contagio son:

 

  1. Contacto directo: Besos o compartir utensilios como cucharas o vasos con una persona infectada.
  2. Higiene deficiente: No lavarse las manos adecuadamente después de ir al baño y antes de comer.
  3. Agua y alimentos contaminados: Consumir agua o alimentos que han estado en contacto con heces contaminadas, especialmente en áreas con saneamiento deficiente.
  4. Ambientes densos: Vivir en lugares donde muchas personas están en contacto cercano aumenta el riesgo de transmisión.

 

Es importante mantener buenas prácticas de higiene y asegurarse de consumir alimentos y agua que sean seguros para minimizar el riesgo de infección.

Tratamiento:

El tratamiento farmacológico más común es el de antibióticos ya que es una infección producida por una bacteria, fármacos cuya función es inhibir la producción de ácido en el estómago como el omeprazol, bloqueadores de histamina ya que esta desencadena la producción de ácido y Bismuto subcitrato cuya función es proteger del ácido del estómago como el Pesto bismol.

 

Esto es a modo informativo para saber porque se administran estos fármacos. Tu médic@ te recetará lo que considere mejor para cada situación.

Recomendaciones:

La mejor alternativa es llevar una alimentación saludable, ahora bien, para reducir el “trabajo” del estómago evitando ardores, reflujo e ir reduciendo la inflamación de la mucosa gástrica se puede complementar el tratamiento farmacológico con una dieta blanda o de protección gástrica.

 

  • Eliminar el tabaco
  • Masticar con tranquilidad
  • Evitar comidas voluminosas
  • Evitar tumbarse después de comer
  • No consumir alcohol
  • Evitar alimentos muy fríos o muy calientes

 

Técnicas de cocción:

 

Vapor, papillote (envuelto en papel vegetal al horno), hervido, horneado, salteados suaves. Evitar que los alimentos queden muy tostados.

Alimentos desaconsejados:

  • Hamburguesas, salchichas, embutidos, empanadillas, carnes procesadas.
  • Azúcar, carbohidratos refinados (mejor optar por tubérculos como patata, boniato, yuca, plátano verde…), salsas comerciales, chocolate, picante, vinagre, frituras.
  • Lácteos curados, postres lácteos, leche, yogur, nata, helado.
  • Bebidas carbonatadas, Café, Refrescos, Té.
  • Si se siente mucha molestia, reducir momentáneamente: Tomate, col, repollo, coliflor, cebollas, salsa de tomate, lima, limón, piña, mandarina, naranja, clementinas/mandarinas. También legumbres como garbanzos, alubias, lentejas.

Prevención:

Tener unos buenos hábitos alimentarios es primordial para evitar complicaciones

 

  • Mantener una buena higiene alimentaria, evitando siempre la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocinados.
  • Buena higiene de manos, siempre que vayamos a cocinar, comer, o al salir de baño
  • Insistir en una buena higiene bucodental
  • Evitar el consumo de alcohol
  • Evitar el tabaco
  • Reducir el estrés y las preocupaciones
  • Beber agua potable y lavar alimentos con agua apta para el consumo humano
  • Evitar los antiinflamatorios si no son totalmente necesarios, y tomarlos con el estómago lleno o junto a un protector de estómago.

 

La medicación es importante. Debe ser tomada en serio y seguir el tratamiento tal cual te han pautado aunque sea pesado. La mayoría de veces es un tratamiento con antibióticos y la administración de la misma es clave para no generar resistencia.

Si posees esta bacteria y buscas una mejoría de tu síntomas, no dudes en escribirme ¡te ayudaré a sentirte mejor!

Alessandra Eminente

Nutricionista – CV01657

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